Estaba yo tan tranquilamente vagueando el otro día cuando llega un mensaje de
El Teleoperador a la lista de correo de
conspiradores que quieren conquistar el Mundo El Manifestómetro.
"A mover el culo, gandules", decía. Qué remedio, habría que volver a calzarse las pegatinas de la
COPE que guardó
Prosopopeyo de
la otra vez.
Ayer estuvimos
de previo, por la noche. Pudimos ver cómo ya se estaba colocando el escenario e intentamos encontrar buenos lugares para sacar fotos, pero la cosa no pintaba nada bien. Mucha obra, mucho mobiliario urbano, mucha tienda de dos plantas con las cristaleras tapadas.
Llego a las 10:40 a Ópera y me paro en la Unión Musical Española a comprar unas cuantas púas, para a continuación acudir al punto de encuentro. Por el camino me da tiempo a ver un poco cómo iba la cosa. A esa hora aún no había mucha gente; los pocos asistentes que habían madrugado se agolpaban pegados al vallado del escenario. Unos globos gigantes de colores daban un poco de alegría al asunto.
Desde el punto de encuentro nos vamos a un café en
la calle Barcelona y decidimos dónde nos vamos a ir colocando. Me quedo con la parte de la calle Mayor y la calle Arenal. Salimos de allí y enfilamos hacia nuestros respectivos puestos, a eso de las 11:30.
En la salida de Metro que hay al lado de Arenal me encuentro con un curioso
"dispositivo de embudo" que hace que la gente que sale tenga que pasar por un control; no sé si en el resto de las bocas habían puesto lo mismo.
Cruzo esa pequeña plaza hacia la calle Mayor y empiezo a oir vivas y aplausos. No puede ser, ¿qué ven mis maltrechos ojos? ¡Sí, es ella, sí que lo es!
¡Es Peranzaguirre!Tras el magno encuentro, comienzo a dar vueltas entre Arenal y Mayor para fotografiar los límites de la manifestación en esas calles. Una señora se queda mirando mi pegatina de la COPE y me grita:
"¡Ahí la COPE! ¡Vamos a por todos, a por estos y a por los otros!" Me alejo como puedo antes de que su énfasis le lleve a intentar darme dos besos. No es la única anécdota que me trajo la pegatina. Cinco veces, cinco, se acercó gente a preguntarme dónde las repartían. Otro hombre me señaló la pegatina y me dijo:
"Cuidado, que te están buscando". Otra señora me pregunta
"¿Va a venir Federico?" !Demonios, señora, espero que no!, pienso para mis adentros. Veo pasar
una bandera gigante de España.
Me doy una vuelta por Arenal y por fin encuentro lo que parecía imposible en un
homenaje a la Constitución:
El Pollo. Intenté seguir a la señora hasta el
checkpoint Charlie que había más adelante, pero ella era de dimensiones reducidas y la perdí de vista antes de ver si la dejaban pasar.
Sube Rajoy al escenario. Lee un comunicado que podría haber firmado Zapatero y todo el mundo vuela de allí. Nos acercamos a curiosear a ver qué más podemos encontrar. Han retirado el vallado que rodeaba el escenario para que la gente se mueva más fácilmente. Encontramos
una señora muy indignada porque había encontrado unos periodistas de TVE1 y les había dicho que el PSOE había pagado a ETA para el 11-M y que por eso ganó Zapatero las elecciones; por motivos que escapan a mi comprensión, no la dejaron terminar. Se ganó una caña a
la mejor conspiración del día. Más adelante encontramos
a un señor increpando a esos mismos periodistas. Al parecer, él prefiere que echen partidos de la selección. Hay gente pa tó. Incluso
El Teleoperador se hizo una foto con Michavila.
(Este artículo se publica simultáneamente en
Las penas del Agente Smith y en el
Manifestómetro.)